
«No mires el reloj, haz lo que él hace, sigue moviéndote.»
– Sam Levenson
La preocupación no es parte de la solución, es parte del problema, no se basa en la realidad, sino en suposiciones improbables que quitan tiempo y energía. Al preocuparnos destruimos, porque lo negativo engendra su propio destino.
…El área de preocupación depende de los demás o de las circunstancias. EL SER PROACTIVO enfoca el CÍRCULO DE INFLUENCIA, se dedica a lo que puede hacer, se ocupa.
EL REACTIVO se concentra en el CÍRCULO DE PREOCUPACIÓN, en los defectos de los demás, en los problemas del entorno, en todo sobre lo que no tiene control. Así disminuye su espacio de control y aumenta el de preocupación. Se muestra como víctima, reacciona sólo cuando algo le pasa, si le viene un golpe lo esquiva, pero le falta motivación interior.
La ocupación desplaza a la preocupación. Así es, cuando se enfrentan los problemas, ellos desaparecen. Si la mente ENFOCA EN POSITIVO la meta, el éxito, la solución, (entonces) desarma los bloqueos, los miedos, el estrés, las depresiones que obstruyen los proyectos, porque la OCUPACIÓN es también la señal de que está EN LA SENDA CORRECTA…
Fuente: ILVEM | www.ilvem.com
Dr. Horacio Krell | “No te preocupes, Ocúpate.”
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